martes, 15 de abril de 2014

Nutrición para la persona durante su tratamiento contra el cáncer

La nutrición es una parte importante del tratamiento contra el cáncer. Comer los tipos indicados de alimentos antes, durante y después de su tratamiento puede ayudarle a sentirse mejor y a mantenerse más fuerte.

Beneficios de una buena alimentación 

La buena alimentación o nutrición es especialmente importante en caso de que padezca de cáncer debido a que tanto la enfermedad, como su tratamiento, pueden cambiar la forma en que come. El cáncer y su tratamiento también pueden afectar la manera en que su cuerpo tolera ciertos alimentos, así como su capacidad de emplear los nutrientes. Las necesidades de nutrientes de la gente con cáncer varían para cada persona. Su doctor, enfermera y dietista certificado pueden ayudarle a identificar sus metas de nutrición y planear algunas formas para ayudarle a conseguirlas. Comer bien mientras se encuentra en tratamiento contra el cáncer podría ayudarle a: 

• Sentirse mejor. 
• Mantener un nivel elevado de fuerza y energía. 
• Mantener su peso y las reservas de nutrientes de su cuerpo. 
• Tolerar mejor los efectos secundarios relacionados con el tratamiento. 
• Reducir su riesgo de infecciones. 
• Sanar y recuperarse más rápidamente. 

Alimentarse bien significa comer una variedad de alimentos que dará a su cuerpo los nutrientes útiles y necesarios para combatir el cáncer. Estos nutrientes incluyen proteínas, carbohidratos, grasa, agua, vitaminas y minerales. 


Nutrientes 


Proteínas 

Las proteínas son necesarias para el crecimiento y la reparación del tejido corporal, así como para mantener sano nuestro sistema inmunológico. Cuando su cuerpo no recibe suficiente proteína, puede que recurra a desprender de la masa muscular el combustible que necesite. Esto podría prolongar el tiempo de recuperación de la enfermedad y reducir la resistencia a las infecciones. Las personas con cáncer a menudo necesitan más proteína de lo común. Después de la cirugía, la quimioterapia o la radioterapia, normalmente se necesita proteína adicional para sanar los tejidos y ayudar a combatir las infecciones. 
Entres las fuentes buenas de proteína se incluye cortes magros de carnes rojas, huevos, productos lácteos bajos en grasa, nueces, crema de cacahuate (mantequilla de maní) frijoles, guisantes y lentejas secas, y alimentos de soya. 


Grasas 

Las grasas tienen un papel importante en la nutrición. Las grasas y aceites se componen de ácidos liposos que sirven como una fuente rica de energía para el cuerpo. El cuerpo separa las grasas y las usa para almacenar energía, aislar los tejidos del cuerpo y transportar algunos tipos de vitaminas a través de la sangre. 

Puede que haya escuchado que algunas grasas son mejores que otras. Al considerar los efectos que las grasas tienen sobre el corazón y el nivel de colesterol, opte por las grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas en lugar de las grasas saturadas y trans. 

Las grasas monoinsaturadas se encuentran principalmente en aceites vegetales como los aceites de canola, de oliva y de maní (cacahuate). 

Las grasas poliinsaturadas se encuentran principalmente en aceites vegetales como los aceites de cártamo, de girasol y semilla de lino. Las grasas poliinsaturadas también son las principales grasas que se encuentran en los mariscos. 

Las grasas saturadas se encuentran principalmente en productos de origen animal como carnes rojas, aves, leche entera o baja en grasa, queso y mantequilla. Algunos aceites vegetales como los aceites de coco, de corazón de palma y de palma son saturados. Las grasas saturadas pueden elevar los niveles de colesterol y con ello incrementar el riesgo de enfermedad del corazón. Se debe procurar que no más del 10% de las calorías consumidas provengan de grasas saturadas. 

Los ácidos grasos trans se forman cuando los aceites vegetales son procesados en una margarina o manteca. Las fuentes de grasas trans se encuentran en los bocadillos y productos horneados con aceite vegetal parcialmente hidrogenado o manteca vegetal. Las grasas trans también son naturales en algunos productos de origen animal como los productos lácteos. Este tipo de grasas puede elevar el colesterol malo y reducir el colesterol bueno; por lo que debe procurar eliminarlas de su alimentación. 


Carbohidratos 

Los carbohidratos son la principal fuente de energía para el cuerpo y ofrecen al cuerpo el combustible que requiere para la actividad física y para el funcionamiento adecuado de los órganos. Las mejores fuentes de carbohidratos (frutas, verduras y granos enteros) proporcionan vitaminas y minerales esenciales, al igual que fibra y fitonutrientes a las células del cuerpo. 
Los alimentos integrales o hechos con granos enteros contienen todas las partes esenciales y nutrientes que se dan de forma natural de la semilla de grano entero. Los granos enteros se pueden encontrar en cereales, panes, harinas y galletas saladas. Algunos granos enteros, como la quinua (quínoa), el arroz integral o la cebada se pueden usar como platillos de acompañamiento en una comida. Al elegir un producto integral, busque que contenga los términos "de granos enteros", "integral", "de trigo integral" o similares. 

La fibra es la parte de los alimentos vegetales que el cuerpo no puede digerir. Existen dos tipos de fibra: la fibra insoluble, la cual ayuda a eliminar los residuos de la comida fuera del cuerpo con mayor rapidez, y la fibra soluble que se adhiere al agua en las heces fecales para el ablandamiento de las mismas. Entre otras fuentes de carbohidratos se incluye pan, papas (patatas), arroz, pastas, cereales, habichuelas, maíz, guisantes (arvejas o chícharos) y frijoles entre otros. Los dulces (postres, caramelos y bebidas con azúcar) pueden suministrar carbohidratos, pero ofrecen muy pocas vitaminas, minerales o fitonutrientes. 


Agua 

El agua y los líquidos o fluidos son vitales para la salud. Todas las células del cuerpo necesitan agua para funcionar. Si no se ingiere suficiente líquido o si se pierde mucho líquido por causa de vómitos y diarrea, el cuerpo puede deshidratarse (que su cuerpo no cuente con una cantidad suficiente de fluidos como corresponde). Si esto sucede, los líquidos y minerales que ayudan a mantener el buen funcionamiento del cuerpo pueden llegar a niveles peligrosos por descompensación (desequilibrio por escasez). Usted obtiene cierta cantidad de líquidos de los alimentos que consume, pero una persona debe beber alrededor de ocho vasos de 235 ml (8 oz) de líquido cada día para asegurar que las células del cuerpo reciban la cantidad necesaria de fluidos. Puede que requiera consumir una cantidad adicional de líquidos en caso de que esté teniendo vómitos o diarrea. Tenga en cuenta que todos los líquidos en los alimentos (sopa, leche, incluso el helado y la gelatina) contribuyen a sus objetivos de insumo de fluidos. 


Vitaminas y minerales 

El cuerpo necesita cantidades pequeñas de vitaminas y minerales para funcionar adecuadamente. La mayoría se encuentra de forma natural en los alimentos. También hay complementos (suplementos) que se venden en forma de bebidas nutricionales o pastillas. Ellos ayudan a que su cuerpo utilice la energía (calorías) proporcionada por los alimentos. 


Antioxidantes 

Los antioxidantes incluyen vitamina A, C y E, así como selenio y zinc, al igual que algunas enzimas que absorben y se adhieren a los radicales libres para evitar que ataquen a las células normales.


Fitonutrientes 

Los fitonutrientes o fitoquímicos son compuestos vegetales como carotenoides, licopeno, resveratrol y fitosteroles que se piensa que tienen propiedades que protegen la salud. Se encuentran en los alimentos de origen vegetal como frutas, verduras y tés. Los fitoquímicos en pastillas o complementos no han demostrado ser tan útiles como el comer los alimentos que los contienen. 


Hierbas 

Las hierbas se han usado para tratar enfermedades desde cientos de años, con resultados diversos. Actualmente, las hierbas se pueden encontrar en una gran variedad de productos como pastillas, extractos líquidos, tés y ungüentos. 

Antes de comenzar el tratamiento 

Estos son algunos consejos prácticos que le ayudarán a prepararse para el tratamiento: 
• Abastezca la alacena y el congelador con sus alimentos favoritos para que no tenga que ir de compras con tanta frecuencia. Incluya alimentos que sepa que puede comer incluso al no sentirse del todo bien. 
• Cocine con antelación y congele la comida en porciones individuales. 
• Hable con amigos o familiares para ver las maneras en que puedan ayudarle a comprar y cocinar, o pídale a un amigo o familiar que se encargue de ver esto por usted. 
• Hable con su médico, enfermera o dietista certificado sobre cualquier inquietud que tenga sobre una buena alimentación. Ellos podrán ayudarle a tener bajo control los efectos secundarios como el estreñimiento y las náuseas. 

Una vez que inicie el tratamiento 


Aliméntese bien 

Su cuerpo necesita que consuma una dieta saludable para su óptimo funcionamiento. Esto es incluso más crucial si usted padece de cáncer. Con una sana alimentación, entrará al tratamiento con las reservas que le ayudarán a preservar sus fuerzas, evitar que el tejido del cuerpo se rompa, reconstruir tejidos y mantener sus defensas contra las infecciones. 
Las personas que se alimentan bien pueden tolerar mejor los efectos secundarios del tratamiento. Además, usted hasta podría tolerar altas dosis de ciertos medicamentos. De hecho, sabemos que algunos tratamientos contra el cáncer realmente funcionan mejor si el paciente está bien nutrido, y consume suficientes calorías y proteínas. 
• No tenga miedo de probar alimentos nuevos. Puede que durante su tratamiento, algunos alimentos que antes no le gustaban le sepan bien. 
• Escoja alimentos vegetales de distintos tipos. Procure comer habas deshidratadas y guisantes (chícharos, arvejas) en lugar de carne durante algunas comidas de la semana. 
• Trate de consumir por lo menos el equivalente a 2½ tazas al día de frutas y verduras, incluyendo frutas cítricas y vegetales verde oscuro y amarillo intenso. Este grupo del tipo vegetal contiene sustancias llamadas fitoquímicos que fomentan la salud. 
• Limite los alimentos altos en grasa, especialmente los de origen animal. Elija la leche y productos lácteos con contenido bajo en grasa. Reduzca la cantidad de grasa en sus alimentos al escoger métodos de cocción en los que se use menos grasa, como hornear o asar a la parrilla. 
• Procure mantener un peso saludable, así como acostumbrarse a hacer alguna actividad física. Las pequeñas fluctuaciones en el peso durante el tratamiento son normales. 
• Limite el número de alimentos que sean muy salados, ahumados y en escabeche. 


Consuma bocadillos según lo requiera 


Durante el tratamiento contra el cáncer, a menudo su cuerpo necesita calorías y proteínas adicionales que ayudan a que mantenga su peso y sane lo más pronto posible. Si está perdiendo peso, los bocadillos pueden ayudarle a satisfacer esas necesidades al mantener alto su nivel de fuerza y energía, y ayudarle a que se sienta mejor. Durante el tratamiento, puede que tenga que depender de bocadillos que sean una fuente menos sana de calorías para cumplir con sus necesidades. Tenga en cuenta que esto es solo por un periodo breve, pues una vez que los efectos secundarios desaparezcan, usted podrá volver a una alimentación más sana. Para facilitar la adición de bocadillos a su rutina diaria, intente lo siguiente: 

• Coma bocadillos pequeños a lo largo del día. 
• Tenga a su alcance una variedad de bocadillos ricos en proteína que sean fáciles de preparar y de comer. Por ejemplo: yogur, cereal y leche, medio emparedado, un plato de sopa sustanciosa, queso y galletas saladas. 
• Evite los bocadillos que puedan empeorar cualquier efecto secundario relacionado con el tratamiento. Por ejemplo, si padece de diarrea, evite las palomitas o rosetas de maíz, así como las frutas y verduras crudas. Si padece de dolor de garganta, no coma bocadillos secos y ásperos, ni alimentos ácidos. 
• Si puede comer con normalidad y mantener su peso sin necesidad de los bocadillos, entonces no los incluya. 


Ejemplos de bocadillos rápidos y sencillos  


  • Gelatina 
  • Palomitas o rosetas de maíz, pretzels 
  • cereal (frío o caliente) granola o mezcla de nueces y semillas 
  • natillas, flanes, budines 
  • Queso 
  • licuados o batidos de leche y bebidas hechos en casa 
  • sándwiches de ensalada de huevo, queso a la parrilla o mantequilla de maní 
  • galletas helado de crema, helado de agua y yogur congelado sopas (sustanciosas o caldos) 
  • galletas saladas Jugos bebidas deportivas 
  • salsas hechas con queso, frijoles (habas o habichuelas), yogur y crema de cacahuate 
  • Leche verduras (crudas, cocidas, jugos) 
  • Ponche de huevo pasteurizado (rompope, flip, sabajón) 
  • panecillos, bizcochos yogur (bajo en grasa o griego) 
  • frutas (frescas, congeladas, enlatadas, deshidratadas) 
  • nueces, semillas y cremas (mantequillas) de estos productos 


Consejos prácticos para incrementar la cantidad de calorías y proteínas 


• Consuma alimentos y bocadillos en cantidades de menor tamaño pero durante sesiones más frecuentes a lo largo del día, en lugar de tener tres comidas grandes. 
• Coma sus alimentos favoritos a cualquier hora del día. Por ejemplo, si tiene deseos de comer alimentos propios del desayuno a la hora de la cena, hágalo. 
• Coma frecuentemente, cada pocas horas. No espere hasta que se sienta hambriento(a). 
• Haga su comida más grande a la hora del día cuando tenga más apetito. Por ejemplo, si por las mañanas es cuando usted se siente más hambriento(a), haga entonces del desayuno su comida más grande. 
• Trate de ingerir comidas altas en calorías y cargadas de proteínas en cada comida y bocadillo. 
• Ejercítese ligeramente o haga una caminata antes de comer para aumentar su apetito. 
• Tome bebidas nutritivas altas en calorías, como leche-malteadas y bebidas enlatadas de complementos nutricionales. 
• Beba la mayor parte de su consumo de líquidos entre comidas en vez de hacerlo junto con las comidas. Beber líquidos junto con las comidas le llenará demasiado. 


Alimentos ricos en proteínas 


Productos lácteos: 
Coma pan tostado o galletas con queso. 
Añada queso rallado a las papas asadas, verduras, sopas, fideos, carnes y frutas. 
Use leche en lugar de agua para los cereales calientes y las sopas. 
Incluya salsas cremosas o salsas de queso sobre sus verduras y pastas. 
Añada leche en polvo a las sopas cremosas, al puré de papas, a los budines y a los guisos. 
Añada yogur o requesón a sus frutas favoritas, licuados (batidos) y malteadas. 

Huevos 
Tenga disponibles en el refrigerador huevos cocidos duros. Píquelos y añádalos a las ensaladas, guisos, sopas y verduras. Prepare una ensalada rápida de huevo. 
Todos los huevos deben estar bien cocidos para evitar el riesgo de bacterias peligrosas. 
Los productos pasteurizados substitutos del huevo conforman una alternativa baja en grasa a los huevos comunes. 

Carnes, aves y pescado 
Añada las sobras de carnes a sopas, guisos, ensaladas y tortillas de huevo. 
Mezcle la carne cocida picada en cubos y deshebrada con crema agria y especias para preparar aderezos. 
Frijoles (habas, habichuelas), legumbres, nueces y semillas 
Espolvoree semillas o nueces en los postres como frutas, helados, budines y natillas o flanes. También sírvalas sobre vegetales, ensaladas y pastas. 
Unte mantequilla de maní (crema de cacahuate) o de almendra en el pan tostado y frutas o incorpórela a una leche-malteada. 


Alimentos altos en calorías


Mantequilla 
Derrita sobre las papas, arroz, pasta y vegetales cocidos. 
Incorpore mantequilla derretida a las sopas y guisos, y úntesela al pan antes de añadir otros ingredientes a su emparedado. Productos lácteos: 
Añada crema batida o crema espesa a los postres, crepas, waffles o buñuelos, frutas y chocolate caliente e incorpórela en las sopas y guisos. 
Añada crema agria a las papas asadas y verduras. 

Aderezos para ensaladas 
Use mayonesa y aderezo comunes (y no los que sean bajos en grasa), para las ensaladas y en sus emparedados, así como las salsas con frutas y verduras. 

Dulces 
Añada jalea y miel al pan y galletas saladas. 
Agregue mermeladas a la fruta. 
Use helado sobre el pastel. 



7 comentarios:

  1. Me parece un excelente tema porque es una enfermedad que afecta a mas personas cada día en todo el mundo, y llevar una alimentación correcta es primordial para mejorar la calidad de vida del paciente.

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  2. Desconocía el papel que jugaba la nutrición en el cáncer. Ademas de haber leído la importancia de la misma en otros artículos. Es un buen blog.

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  3. Te felicito por tu publicación, creo que es un tema de mucha preocupacion e informarse cada vez más es importante.

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  4. Que buena informacion. Ahora la gente se esta dando cuenta de lo importante que es comer bien.

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    1. Muy buen artículo: completo, explicativo y fácil de entender. Los tips son bastante prácticos y útiles. Gracias por tratar este tema tan interesante. :)

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  5. Hola, disculpen me puedne indicar que tipo de dieta seria la recomendada para mi tía que están realizandose una quimioterapia para Cáncer? muchas gracias por su ayuda y aporte en este blog

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    1. Es importante consultar a un nutricionista especializado que evalue a tu tia y pueda dar un diagnostico sobre su estado nutricional durante la quimioterapia. Así poder elaborar una dieta de acuerdo a sus necesidades personales. Mientras tanto puedes revisar este link para mas información de ayuda, espero te sirva http://www.cancer.gov/espanol/cancer/sobrellevar/consejos-de-alimentacion.pdf

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