En las
últimas décadas ha habido una preocupación social por los problemas de
alimentación y nutrición, motivados por
el deseo de disfrutar de una vida larga y sana, así como de un cuerpo esbelto.
Sin embargo, ese interés se acompaña de un conjunto de recomendaciones
dietéticas basada en mitos y creencias con carencia de principios
establecidos por el estudio científico de la nutrición.
Los mitos
alimentarios rigen los hábitos alimentarios de muchas personas e influyen de
forma decisiva en su salud. El mito alimentario se presenta por falta de
conocimiento del tema, pero también se debe a creencias erróneas desarrolladas
por intereses económicos, comerciales y por una publicidad engañosa. La
sociedad se encuentra en un estado de confusión que le impide distinguir la
realidad.
Hoy en
día algunos de los mitos tienen como base la interpretación equivocada de
conocimientos científicos ciertos; en cambio otros se constituyen por conocimientos
de medicinas tradicionales cuyas bases
eran esencialmente empíricas. La credulidad del hombre en aspectos de
alimentación es ilimitada, muchos ciudadanos creen en las virtudes
sobrenaturales que sin razón alguna, se atribuyen a ciertos alimentos.
Los mitos
alimentarios actuales pueden ser por factores sociales, por desconocer el
proceso de producción de alimentos y el consumo o por la pérdida de la
transmisión de conocimientos sobre alimentación a la población. Por último, la
publicidad con su constante exposición de cuerpos esbeltos, músculos, asociados
a ciertos alimentos concretos, han impuesto un modelo que crea un ambiente
propicio para la difusión de creencias y
mitos irracionales sobre regímenes y alimentos con efectos mágicos para
conseguir el estado deseado al que se aspira.
Los tratamientos
dietéticos convencionales que son a largo plazo suman una desmotivación en las
personas debido a que quieren ver resultados en corto tiempo, por lo que los
convierte en una fácil diana para la promoción de consumo de variados
procedimientos destinados a perder peso. Los medios de comunicación, industrias
de alimentos emiten continuos mensajes sensibilizando al individuo
a seguir determinadas dietas que excluyen ciertos grupo de alimentos, para
obtener una rápida pérdida de peso por desconocer sobre las dietas
equilibradas, como resultado se afecta el estado nutricional del individuo.
En esta
semana albergaremos los mitos más comunes de la alimentación, ayudará a que cada vez sean más las personas conscientes de que los
hábitos alimentarios saludables son los que ayudan a gozar de un mejor estado
físico y psíquico alejando las enfermedades que puede provocar llevar una mala
alimentación. Aunque dispongamos de una base adecuada de educación nutricional,
seguro que hay alguien a quien podamos proporcionar esta información,
colaboremos con la difusión de lo saludable y los falsos mitos para que en
lugar de aumentar las cifras de sobrepeso, obesidad, carencias nutricionales, etc., aumenten las cifras de personas sanas.